sábado, 26 de agosto de 2017

Escritores de la Libertad. Análisis Pedagógico.


La presente es una revisión pedagógica de la película “Escritores de la libertad”. Uno de los escenarios principales en los que se desarrolla la trama es en el Instituto Wilson, en el que las decisiones referentes a lo pedagógico son tomadas por la jefa de departamento y el director; siendo poco valoradas las opiniones del colectivo docente, los cuales se limitan a atender los cursos que les son asignados sin que se observe un trabajo mancomunado o planificación de proyectos institucionales. Claramente predomina un liderazgo autocrático.

El Distrito Escolar en que se encuentra la institución, acogió el Programa de Integración Voluntaria, el cual integraba en una misma institución educativa a estudiantes de diferentes grupos raciales, buscando superar el racismo y la discriminación. Sin embargo, se observa que para la mayoría de los docentes, este programa representa una pesada carga que asumen por imposición. La vida de los jóvenes estudiantes que asisten al instituto se encuentra fuertemente marcada por la de sus padres. Los estudiantes provienen de hogares disfuncionales con todo tipo de problemáticas sociales.

En el Instituto Wilson los nuevos docentes quedan a cargo de los primeros años, mientras que los más experimentados asumen los cursos avanzados, siendo esta una posición más “cómoda” para los docentes puesto que en el trayecto muchos estudiantes desertan y solo “los mejores” llegan a los últimos cursos. También es política de la institución el no abordar en las aulas de clase los problemas de la calle.

Los directivos y educadores del instituto asumen una postura conservadora de viejas prácticas educativas, añorando volver a la buena clasificación que poseía la institución antes del programa de integración. Por tanto, la institución crea los grupos de destacados para “proteger” a los estudiantes con buen rendimiento académico. Esta postura contrasta con la de la maestra Erin Gruwell, quien se desvive por adaptar su praxis pedagógica a las necesidades de sus estudiantes. La diferencia entre estas posturas estriba en que Gruwell realmente creía en el potencial de sus alumnos. Esta maestra eligió su profesión para aportar en la lucha de los sectores marginados.

Ante las constantes negativas de las autoridades del plantel en cuanto a las prácticas pedagógicas que deseaba implementar, Gruwell busca apoyo a nivel del Distrito, mediante una actitud de diálogo, exponiendo las fallas del programa de integración. Gruwell se atrevió a desafiar la lógica mediante la que funcionaba su plantel y rompió el paradigma del claustro educativo, realizando excursiones y demás actividades que debido a su impacto fueron difundidos por la prensa local.

La película “Escritores de la libertad” enseña que los estudiantes provenientes de sectores marginados poseen el mismo potencial que cualquier otro estudiante y que el docente debe enfrentar el reto de adecuar su praxis pedagógica al contexto de sus estudiantes.

La presente es una revisión pedagógica de la película “Escritores de la libertad”. Uno de los escenarios principales en los que se desarrolla la trama es en el Instituto Wilson, en el que las decisiones referentes a lo pedagógico son tomadas por la jefa de departamento y el director; siendo poco valoradas las opiniones del colectivo docente, los cuales se limitan a atender los cursos que les son asignados sin que se observe un trabajo mancomunado o planificación de proyectos institucionales. Claramente predomina un liderazgo autocrático.

El Distrito Escolar en que se encuentra la institución, acogió el Programa de Integración Voluntaria, el cual integraba en una misma institución educativa a estudiantes de diferentes grupos raciales, buscando superar el racismo y la discriminación. Sin embargo, se observa que para la mayoría de los docentes, este programa representa una pesada carga que asumen por imposición. La vida de los jóvenes estudiantes que asisten al instituto se encuentra fuertemente marcada por la de sus padres. Los estudiantes provienen de hogares disfuncionales con todo tipo de problemáticas sociales.

En el Instituto Wilson los nuevos docentes quedan a cargo de los primeros años, mientras que los más experimentados asumen los cursos avanzados, siendo esta una posición más “cómoda” para los docentes puesto que en el trayecto muchos estudiantes desertan y solo “los mejores” llegan a los últimos cursos. También es política de la institución el no abordar en las aulas de clase los problemas de la calle.

Los directivos y educadores del instituto asumen una postura conservadora de viejas prácticas educativas, añorando volver a la buena clasificación que poseía la institución antes del programa de integración. Por tanto, la institución crea los grupos de destacados para “proteger” a los estudiantes con buen rendimiento académico. Esta postura contrasta con la de la maestra Erin Gruwell, quien se desvive por adaptar su praxis pedagógica a las necesidades de sus estudiantes. La diferencia entre estas posturas estriba en que Gruwell realmente creía en el potencial de sus alumnos. Esta maestra eligió su profesión para aportar en la lucha de los sectores marginados.

Ante las constantes negativas de las autoridades del plantel en cuanto a las prácticas pedagógicas que deseaba implementar, Gruwell busca apoyo a nivel del Distrito, mediante una actitud de diálogo, exponiendo las fallas del programa de integración. Gruwell se atrevió a desafiar la lógica mediante la que funcionaba su plantel y rompió el paradigma del claustro educativo, realizando excursiones y demás actividades que debido a su impacto fueron difundidos por la prensa local.

La película “Escritores de la libertad” enseña que los estudiantes provenientes de sectores marginados poseen el mismo potencial que cualquier otro estudiante y que el docente debe enfrentar el reto de adecuar su praxis pedagógica al contexto de sus estudiantes.

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